«Si queremos reducir accidentes y prevenirlos, tenemos que centrarnos en el factor humano». Entrevista a Alberto Ayora.

El Coronel Alberto Ayora es el actual Presidente de la Federación Española de Deporte de Montaña y Escalada (FEDME). Tiene las titulaciones superiores en Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, unidades en las que lleva prestando sus servicios desde 1987. Es Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales, Auditor de Sistemas de Prevención, Máster en Gestión de la Prevención en la Empresa y Máster en Derecho de Deportes de Montaña por la Universidad de Zaragoza. Es el autor de los libros “Gestión del riesgo” y “Riesgo y liderazgo”.

Pregunta: A lo largo de tu carrera has vivido momentos complicados que te han marcado personal y profesionalmente, como accidentes mortales o rescates al límite. ¿Qué reflexiones y aprendizajes obtuviste de aquellas experiencias?

Si queremos reducir accidentes y prevenirlos, tenemos que centrarnos en el factor humano, sin descuidar los factores técnicos y organizativos. Somos muy dados a establecer procedimientos para gestionar el riesgo, pero es el hombre el que establece los procedimientos. Somos muy dados a establecer técnicas y a diseñar la inteligencia artificial, pero éstas vienen del hombre y los sesgos cognitivos aparecen tanto en el diseño industrial como en todo tipo de actividades.

Llevamos mucho tiempo hablando de liderazgo, de soft skills o habilidades blandas… pero es ese factor humano lo que a mí como persona me ha enseñado más: enseña a conocerse mejor a uno mismo. La clave está en ser conscientes de que los contextos que creamos y en los que nos movemos son los que influyen de una forma directa y drástica en la toma de decisiones. Esta toma de decisiones muchas veces son inconscientes, pero si haces un “para y piensa”, y pones sobre la balanza tanto la razón como la emoción y cómo influyen una u otra, la balanza se decantará hacia el sitio que nos puede sorprender.

P: Ese factor humano también tiene mucho que ver con el concepto de “error humano” y la búsqueda de culpables. ¿Qué relación tiene con la seguridad y los accidentes?

Lo primero que debemos de tener claro es cómo definiríamos la seguridad. En el turismo de aventura hay una definición que me gusta mucho: “la seguridad es el estado en el cual la posibilidad de sufrir un daño está controlado hasta un nivel “aceptable”. Hay que poner en mayúsculas y en rojo la palabra “ACEPTABLE” , porque:

el nivel de aceptabilidad es algo totalmente subjetivo que depende de la organización y del individuo; dónde coloca cada uno esa línea, que para él es un “riesgo asumido”, es lo importante.

En ese nivel de “aceptabilidad” hay errores intencionados y errores no intencionados. Una cosa son los errores intencionados, las infracciones que se hacen a consciencia, saltándose los procedimientos y siendo consciente de ello, por ejemplo saltándome un límite de velocidad. Esos errores nos llevan al concepto de castigo y de búsqueda de culpables.

Pero hay otra serie de errores que son totalmente involuntarios, que son “errores” propiamente dichos, como pueden ser lapsus de memoria, deslices de atención, equivocaciones… Los seres humanos nos equivocamos y tenemos días de mayor atención, más capacidad de concentración, tenemos problemas… o simplemente tenemos esa distracciones que son tan habituales sobre todo en situaciones muy rutinarias.

P: Estas reflexiones nos llevan también a otro de los pilares clave sobre los que pivota la prevención: ¿qué papel juega la responsabilidad, tanto individual como de equipo?

Responsables somos todos. Todos, de una u otra forma, podemos en algún momento determinado tener la pieza maestra, la clave, para evitar que un accidente se produzca, o si se ha producido minimizar las consecuencias. Al final todo nos conduce a lo mismo: a centrarnos en la persona. En entornos en los que se mueven modelos como el Safety II, se ve una sociedad basada en el comportamiento humano, que pone las reglas, establece las normas, nombra responsables…. que a todo el mundo le deja claro sus cometidos, pero en la que a la vez todos somos conscientes y responsables.

Es muy importante la motivación, que la gente asuma y que acepte esa norma de una forma intrínseca a su comportamiento, que no se lo tenga que decir nadie y que simplemente sienta la seguridad. En prevención es importante

tener profesionales no sólo porque tengan un montón de títulos técnicos, si no porque sean apasionados de la seguridad, capaces de informarse continuamente e implicarse.

Hay una palabra que también es clave para entender todo esto, y es trascendencia. Como seres humanos tenemos que ser seres trascendentes.. Al final estás aquí por algo, no se trata de pasar por la vida simplemente pasando. Si consigues que la gente vea ese sentido de trascendencia en el trabajo, conseguirás líderes en seguridad.

P: Además de esa motivación por la trascendencia, ¿qué destaca en ese tipo de líderes en seguridad?

Las personas líderes son las que dan coherencia al sistema. Tiene que haber una convergencia en los mensajes que transmitimos, tanto hacia arriba como hacia abajo y hacia los laterales. No sirve de nada que desde el técnico en prevención o desde un departamento concreto se esté intentando impulsar y construir un sistema de seguridad si al final no hay una coherencia en todas las áreas, porque entonces sería un sistema estanco. Cuando ves un directivo o directiva que se pone los zapatos de seguridad y entra en la fábrica, estás viendo esa coherencia, esa implicación, esa motivación y ese querer entender lo que se vive en primera línea, que decimos los militares.

 

Conoce a Alberto Ayora, en vivo y en directo

PRLInnovación tendrá el placer de contar con Alberto Ayora como ponente en el VI Congreso PRLInnovación. El 7 de marzo, explorará la interrelación entre conceptos como el factor humano, el liderazgo y la gestión del riesgo a través de su experiencia en primera persona de accidentes y situaciones al límite propias. Abordará cómo el análisis de la situación, la gestión de la formación y de las personas permite extraer determinadas claves y lecciones aprendidas.